Blog para la asignatura de Análisis de los Mensajes en Periodismo Audiovisual, de 2º de Periodismo en la ULL.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El lenguaje radiofónico


Recomendaciones sobre cómo escribir para la radio.
  
- Escribir para el oído. En la radio se escribe para el oído. Por tanto, hay que simplificar lo que se escribe, y eliminar la complejidad propia de los textos. La fugacidad del tiempo exige que lo que se dice a través de la radio se entienda a la primera.
- Normas de locución. Hay que matizar que: 
*  Las noticias hay que contarlas, no leerlas. Se debe adoptar, por tanto, un tono conversacional, en el que la locución empleada sea natural.
*  Las comas y los puntos se transforman en pausas cortas y largas, mientras que los demás signos, como paréntesis o comillas, pierden su valor.
*  Las rimas internas del texto causan apatía al oyente.
*  Los vocablos de difícil pronunciación no tienen cabida en la radio, así como las frases excesivamente largas.
- Recomendaciones redaccionales. 
*  Vocabulario claro, sencillo y conciso.
*  La datación temporal de las noticias. Prohibido el uso del vocablo “ayer” en radio. Las informaciones propias de ayer hay que traerlas al hoy.
*  Los pronombres. Se exige tener cautela con su uso: no hay que alejarlos del sustantivo al que hacen referencia. También es aconsejable evitar el uso del pronombre “yo” en pro del uso del “nosotros”, salvo en contadas ocasiones (expertos).


*  Los verbos. Aportan dinamismo a la información.
  •  Hay que evitar el uso de los verbos genéricos que son poco precisos. Así, “afirmar” posee un significado más concreto que “decir”, y ayuda en la creación de una imagen mental sobre lo relatado.
  •  En cuanto a los tiempos que se deben emplear, el presente y los pretéritos perfecto simple e imperfecto son los adecuados. Es aconsejable evitar el condicional, y totalmente desaconsejable el empleo de infinitivos.
  •  El verbo "haber" solo se conjuga en tercera persona del singular.
  •  El gerundio solo se emplea para expresar una acción simultánea o anterior a la principal.
  •  Voz activa vs. voz pasiva. Es preferible la voz activa en la mayoría de los casos, y se evitará el uso de la pasiva salvo que su uso conlleve mayor expresividad.
  •  Frases afirmativas vs negativas. Se empleará preferentemente la oración afirmativa por encima de la negativa, cuyo uso puede derivar en la confusión del oyente.


*  La estructura de la frase. La que siga el esquema de “sujeto – verbo - predicado” es la más adecuada para la radio.
*  Números. Las cifras redondeadas en detrimento de las exactas.
*  Dinero. Las cantidades dinerarias en moneda extranjera siempre hay que traducirla a euro.
*  Cantidades. La terminación “-avo” significa en cuántas partes está dividida la unidad y no es, por tanto, un ordinal. Si se quiere decir el puesto catorce es el decimocuarto, y no el catorceavo. En las cantidades ayuda el uso de comparaciones.
*  Vocablos procedentes del latín. no se desaconseja su empleo, pero se deberá hacer un uso correcto: grosso modo (no a grosso modo), por ejemplo.
*  Expresiones. Evitar expresiones tan manidas como “pistoletazo de salida”, “hoja de ruta”, “escena dantesca”, “marco incomparable”, “llama poderosamente la atención”, “fue la crónica de una muerte, fracaso, derrota, etc. anunciada”, “tabla clasificatoria”, “espectáculo de luz, color y armonía” o “vuelta de tuerca”. Tampoco tienen cabida las redundancias del tipo “accidente fortuito”, “favorito a priori”, “funcionario público”, “erario público”, “peluca postiza”, “actualmente en vigor”, “bifurcarse en dos direcciones”, “falso pretexto”, etc.
*  Extranjerismos. Si en nuestra lengua ya existe una palabra para hacer referencia a esa idea, se desaconseja el empleo de un extranjerismo.
*  Nombres y cargos. Salvo que el nombre sea muy conocido, siempre va primero el cargo y luego el nombre.
*  Las siglas. Siempre hay que definirlas salvo que sean muy conocidas, como la ONU, PSOE, UGT, etc.

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